Negociar un despido puede ser un proceso estresante y complicado, especialmente cuando se trata de un despido objetivo. Entender sus derechos y las mejores estrategias para abordar la negociación es crucial no solo para asegurar una salida digna, sino también para proteger sus intereses a largo plazo. A continuación, exploraremos en detalle cómo manejar esta situación, ofreciendo consejos prácticos y ejemplos que pueden facilitar el proceso.
Causas legales para un despido objetivo
Un despido objetivo se basa en causas justificadas que están claramente definidas en la legislación laboral. Según el Estatuto de los Trabajadores, las razones que pueden legitimar este tipo de despido incluyen:
- Ineptitud sobrevenida: Esta se refiere a la incapacidad del trabajador para desempeñar su trabajo de manera adecuada debido a circunstancias que surgieron después de su contratación.
- Falta de adaptación a modificaciones técnicas: Esto ocurre cuando un empleado no logra adaptarse a cambios técnicos en su puesto, a pesar de haber recibido la formación necesaria.
- Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP): Este concepto abarca varios aspectos:
- Económicas: Situaciones en las que la empresa enfrenta pérdidas económicas o una disminución persistente de ingresos.
- Técnicas: Cambios en los medios de producción que afectan la viabilidad de ciertos puestos de trabajo.
- Organizativas: Alteraciones en los métodos de trabajo o en la estructura organizativa de la empresa.
- Productivas: Descensos en la demanda de productos o servicios que hacen insostenible un puesto de trabajo.
- Faltas de asistencia al trabajo: Aunque esta causa fue derogada en 2020, históricamente se refería a ausencias justificadas pero intermitentes que superaban ciertos límites establecidos.
Derechos del trabajador en un despido objetivo
Los trabajadores que sean despedidos de manera objetiva tienen derechos específicos que deben ser respetados por la empresa. Estos derechos incluyen:
- Indemnización: El trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por cada año trabajado, con un límite de 12 mensualidades.
- Preaviso: La empresa debe proporcionar un aviso de 15 días antes del despido, o en su defecto, abonar el salario correspondiente a ese período.
- Carta de despido: El trabajador debe recibir una carta que detalle las causas del despido de manera clara y justificada.
- Finiquito: Este incluye el pago de salarios pendientes, vacaciones no utilizadas y pagas extra proporcionadas.
- Posibilidad de impugnación: Si el trabajador considera que el despido no se justifica adecuadamente, tiene el derecho de impugnarlo legalmente.
Claves para negociar un despido objetivo exitoso
Negociar un despido objetivo puede ser un proceso delicado. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a asegurar las mejores condiciones:
1. Solicitar explicaciones claras sobre las causas del despido
Es fundamental que el trabajador demande una justificación detallada del despido. Esto no solo permite evaluar la legalidad del despido, sino que también puede ayudar a identificar inconsistencias que podrían ser útiles en una impugnación.
2. Revisar la carta de despido y su fundamentación
Antes de aceptar un despido, el empleado debe asegurarse de que:
- La carta contenga las causas específicas según el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores.
- No haya errores de forma que podrían invalidar el despido.
- Las razones económicas o técnicas estén adecuadamente justificadas si se alegan causas ETOP.
3. Plantear mejoras en la indemnización o condiciones de salida
El trabajador puede negociar un aumento en la indemnización o solicitar beneficios adicionales, como el pago de incentivos o una mejora en el finiquito.
Aspectos económicos a negociar en el despido objetivo
Además de la indemnización mínima establecida por la ley, hay varios aspectos económicos que se pueden considerar durante la negociación:
Incremento de la indemnización legalmente establecida
- Las empresas suelen estar dispuestas a ofrecer una indemnización superior para evitar litigios.
- Un aumento puede ser más fácil de negociar si el trabajador tiene evidencia que podría llevar a impugnar el despido.
- En algunos casos, se puede pactar una indemnización más alta a cambio de no recurrir el despido.
Pago de bonificaciones o incentivos pendientes
- Si el trabajador tiene derecho a bonificaciones, debe asegurarse de que se incluyan en el finiquito.
- Es recomendable revisar el contrato de trabajo para verificar la existencia de cláusulas relacionadas.
- En situaciones donde los objetivos no se cumplieron por el despido, es posible negociar un pago proporcional.
Facilidades para el cobro de finiquito e indemnización
- Si la empresa enfrenta dificultades económicas, se pueden discutir opciones de pago fraccionado de la indemnización.
- Negociar que parte de la indemnización se pague como salario en meses posteriores puede ser beneficioso fiscalmente.
- Se puede considerar la extensión de beneficios como seguro médico o acceso a programas de formación tras el despido.
Carta de recomendación y apoyo a la recolocación
- Negociar que la empresa proporcione referencias positivas puede ser crucial para la futura búsqueda de empleo.
- Algunas organizaciones ofrecen servicios de recolocación como parte del acuerdo de salida.
Compensaciones extraordinarias
- En despidos colectivos, es posible establecer compensaciones adicionales como apoyo a los trabajadores afectados.
- Se puede pactar una indemnización superior si el despido ocurre en una etapa avanzada de la carrera del trabajador.
Alternativas a la impugnación: acuerdo extrajudicial
En algunas situaciones, un acuerdo extrajudicial puede ser ventajoso tanto para la empresa como para el trabajador. Algunas estrategias incluyen:
- Negociar una indemnización mayor a cambio de no impugnar el despido.
- Solicitar beneficios adicionales como acceso a formación o cartas de recomendación.
- Pactar una salida flexible que permita al trabajador buscar empleo mientras sigue en la empresa por un tiempo determinado.
Impugnación del despido objetivo
Si el trabajador considera que el despido no está correctamente justificado, puede recurrirlo siguiendo estos pasos:
Presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) dentro de los 20 días hábiles posteriores al despido. En esta fase, el trabajador expone sus argumentos y busca una solución amistosa.
Asistir al acto de conciliación
- Se organiza una reunión entre la empresa y el trabajador con la intervención del SMAC, donde se busca un acuerdo.
- Si se llega a un acuerdo, se firma un acta de conciliación y el proceso concluye.
- En caso de no llegar a un acuerdo, se deja constancia de la falta de conciliación y se abre la vía judicial.
Interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social
- Si no se llega a un acuerdo en la conciliación, el trabajador puede presentar una demanda en el Juzgado de lo Social dentro de los 20 días hábiles.
- Contar con un abogado especializado en derecho laboral es recomendable para reforzar la defensa del trabajador.
Valoración del juez y posibles resoluciones
- El juez evaluará las pruebas y podrá dictaminar que el despido es:
- Procedente: si se cumplen los requisitos legales, se mantiene el despido.
- Improcedente: si no se justifica adecuadamente, la empresa deberá reintegrar al empleado o pagarle una compensación de 33 días por cada año trabajado.
- Nulo: si se verifica que el despido infringe derechos esenciales, el empleado deberá ser reubicado y se le abonarán los salarios perdidos.
El despido objetivo es una de las formas más comunes de terminación de contratos en España. Comprender sus derechos y alternativas ofrece a los trabajadores una ventaja significativa al negociar su salida, aumentando las probabilidades de conseguir una compensación justa y adecuada.
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