La gestión de riesgos es un aspecto crucial para cualquier organización que busque operar de manera eficiente y segura. El método Bowtie se presenta como una herramienta excepcional para visualizar y comprender los riesgos, facilitando la identificación y control de peligros potenciales. Este enfoque no solo ayuda a prevenir incidentes, sino que también ofrece un camino claro hacia la recuperación en caso de que algo salga mal. A continuación, profundizaremos en este método, desglosando sus componentes y su importancia en la gestión de riesgos.
Definición del método Bowtie
El Método Bowtie se visualiza a través de un diagrama que representa los riesgos de forma clara y accesible. Su diseño, que recuerda a una corbata, permite diferenciar entre las estrategias de gestión de riesgos proactivas y reactivas. Este enfoque visual es extremadamente útil, ya que proporciona una visión integral de múltiples escenarios de riesgo en una sola imagen.
El diagrama Bowtie es particularmente valioso porque simplifica la complejidad de los riesgos, permitiendo que tanto los expertos como los no expertos en la materia puedan entender rápidamente la situación. Esto es esencial en entornos laborales donde la comunicación efectiva sobre riesgos es clave para la seguridad y la eficiencia.
Peligros: el punto de partida
Todo comienza con la identificación del peligro, que se refiere a cualquier elemento o situación que pueda causar daño dentro de la organización. Ejemplos comunes de peligros incluyen:
- El manejo de sustancias químicas peligrosas.
- El uso de maquinaria pesada.
- El almacenamiento de datos sensibles sin medidas de seguridad adecuadas.
Es fundamental que los peligros se reconozcan como parte del entorno organizacional. Identificarlos puede ser un desafío, y a menudo se inicia con un análisis de identificación de peligros (HAZID). Este proceso puede proporcionar una lista exhaustiva de peligros potenciales, y es recomendable enfocarse en aquellos que tienen un alto potencial de causar daños.
Top evento: el momento crítico
Una vez que se han identificado los peligros, el siguiente paso es definir el Top Evento. Este evento representa el punto en el que se pierde el control sobre un peligro. Aunque no hay daño inmediato, es un momento crítico que precede a posibles consecuencias negativas. La formulación del Top Evento debe responder a la pregunta: ¿cuándo se pierde el control?
Es importante que esta definición sea clara y específica. Puede comenzar con una descripción general, como «pérdida de control», y refinarla a medida que se desarrollan otras partes del diagrama. Esto permite un enfoque más dinámico y adaptativo en la gestión de riesgos.
Amenazas: los factores desencadenantes
Las amenazas son las causas que pueden llevar al Top Evento. Es esencial ser específico al identificar amenazas, evitando términos genéricos como «error humano» o «falla del equipo». En cambio, considere preguntas como:
- ¿Qué tipo de error humano podría provocar el Top Evento?
- ¿Qué fallas específicas en el equipo son relevantes?
- ¿Cómo puede el clima afectar la situación?
Ser preciso en la identificación de amenazas ayuda a establecer barreras más efectivas y a desarrollar estrategias de mitigación adecuadas.
Consecuencias: el resultado de la pérdida de control
Las consecuencias son los resultados que se derivan del Top Evento. Es crucial que cada Top Evento tenga una consecuencia claramente definida. Evite categorías amplias como «lesiones» o «daños financieros». En su lugar, enfoque en eventos específicos como:
- Un vehículo volcado.
- Un derrame de petróleo en un entorno marino.
- La formación de nubes tóxicas.
Esta especificidad no solo facilita la identificación de barreras necesarias para prevenir consecuencias, sino que también permite una mejor planificación en términos de respuesta y recuperación ante incidentes.
La perspectiva general del análisis de riesgos
Al llegar a este punto, se tiene una comprensión clara de los riesgos involucrados, así como de las medidas necesarias para controlarlos. La combinación del Peligro, el Top Evento, las Amenazas y las Consecuencias proporciona un marco visual que ilustra toda la cadena de eventos que se desea evitar. Cada línea en el diagrama Bowtie representa un posible incidente, permitiendo así una evaluación tanto de escenarios pasados como de aquellos que aún no se han materializado.
Este enfoque proactivo es uno de los mayores beneficios del método Bowtie, ya que se anticipa a posibles problemas antes de que ocurran, permitiendo una gestión más efectiva de los riesgos.
Controlando escenarios no deseados mediante barreras
Con los escenarios de riesgo claramente delineados, es hora de implementar barreras que ayuden a controlar estos eventos indeseados. Las barreras son elementos críticos que interrumpen el proceso que podría llevar al Top Evento, previniendo así que se convierta en una consecuencia real.
Las barreras pueden ser clasificadas en diferentes tipos, incluyendo:
- Medidas de comportamiento humano.
- Equipos de hardware.
- Soluciones tecnológicas.
Una vez que se identifican las barreras, se puede profundizar en su efectividad y desempeño, lo que permite no solo gestionar los riesgos, sino también implementar un Sistema de Gestión de Seguridad robusto.
Factores de escalamiento y su gestión
A pesar de la implementación de barreras, es crucial reconocer que estas no son infalibles. Los factores de escalamiento son aquellos elementos que pueden comprometer la efectividad de una barrera. Por ejemplo, un mecanismo de puerta automática puede fallar si hay un corte de energía.
Es fundamental ser selectivo al identificar factores de escalamiento, enfocándose en las debilidades reales dentro del marco de control existente. Esto permite una gestión más efectiva de los riesgos. Asimismo, la creación de barreras para mitigar estos factores puede incluir soluciones como generadores de respaldo para mantener el funcionamiento de equipos críticos en caso de un fallo eléctrico.
Implementación del método Bowtie en su organización
Para aplicar el método Bowtie en su organización, es recomendable seguir un proceso estructurado que incluya:
- Identificación de peligros mediante un análisis exhaustivo.
- Definición de Top Eventos claros y específicos.
- Identificación de amenazas concretas que puedan desencadenar el Top Evento.
- Determinación de consecuencias específicas que puedan resultar de la pérdida de control.
- Implementación de barreras efectivas para controlar los riesgos.
- Monitoreo y revisión continua del sistema para asegurarse de que las barreras sigan siendo efectivas.
Este enfoque sistemático no solo facilita la gestión de riesgos, sino que también promueve una cultura de seguridad dentro de la organización. La colaboración entre los diferentes departamentos es clave para el éxito de la implementación.
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