Plazo para reclamar deudas entre personas particulares

La gestión de deudas entre particulares puede ser un tema complicado y delicado. Conocer los plazos legales para reclamar una deuda es fundamental, ya que una falta de conocimiento puede resultar en la pérdida de derechos. En este artículo, exploraremos a fondo la prescripción de deudas, sus plazos y el impacto que tienen en la relación entre deudores y acreedores.

¿Qué significa la prescripción de una deuda?

La prescripción de una deuda es un concepto legal que implica la pérdida del derecho a reclamar el pago de una deuda tras un período específico de tiempo. Esto significa que, una vez que transcurre el tiempo estipulado por la ley, el acreedor ya no puede exigir el pago judicialmente, aun cuando la deuda siga existiendo moralmente.

La prescripción actúa como una especie de «fecha de caducidad» para las reclamaciones de deuda. Por lo tanto, es esencial que los acreedores sean proactivos en la gestión de sus deudas y estén al tanto de los plazos para no perder su derecho a reclamar. Para las deudas entre particulares, esta normativa es particularmente relevante, dado que muchas veces no existen contratos formales que regulen la relación de pago.

¿Cuándo prescriben las deudas entre particulares?

En España, las deudas entre particulares prescriben a los 5 años desde que se vuelve exigible el pago, tal como establece el Código Civil. En términos prácticos, esto significa que, si alguien te debe dinero y no has reclamado su pago, después de cinco años, el deudor puede negarse a pagar alegando que la deuda ha prescrito.

El plazo de cinco años se cuenta desde el momento en que la deuda es exigible. Si la deuda tiene una fecha de vencimiento acordada, el plazo comienza a contarse a partir de esa fecha. Si no hay una fecha establecida, el plazo comienza a contar desde el momento en que se entregó el dinero o se asumió la obligación de pago.

  • Ejemplo de deuda con fecha acordada: Si se acordó un préstamo de 1.000 euros que debía devolverse el 1 de enero de 2023, el plazo para reclamar comenzaría a contar desde el 2 de enero de 2023.
  • Ejemplo de deuda sin fecha fija: Si prestaste 500 euros a un amigo sin acordar una fecha de devolución el 15 de marzo de 2021, el plazo para reclamar comenzaría el mismo día, 15 de marzo de 2021.

¿Desde cuándo se cuenta el plazo de 5 años?

El cómputo del plazo de prescripción comienza desde que la deuda es exigible. Esto puede coincidir con la fecha de vencimiento acordada, o en su defecto, desde el momento en que se entregó el dinero. Así, es crucial tener claro cuándo se debe exigir el pago.

  • Deuda con fecha pactada: Si la fecha de devolución fue acordada, el plazo empieza a contar al día siguiente de esa fecha.
  • Deuda sin fecha fija: Si no hay una fecha concreta, se considera exigible inmediatamente después de entregar el dinero.

¿Qué pasa cuando prescribe una deuda?

Cuando una deuda prescribe, el acreedor pierde la capacidad de exigir su pago por vías judiciales. Esto significa que, si pasan los cinco años sin que se haya realizado ninguna gestión para reclamar la deuda, el deudor puede negarse a pagar, alegando que la deuda ha prescrito.

Es importante aclarar que la deuda sigue existiendo, pero el derecho a reclamarla judicialmente ya no está vigente. Si el deudor decide pagar la deuda de manera voluntaria, puede hacerlo, pero el acreedor no puede obligarlo a hacerlo. Por ello, es fundamental que los acreedores actúen dentro del plazo para evitar perder su derecho.

¿Se puede interrumpir la prescripción?

Sí, la prescripción puede interrumpirse. Si durante el periodo de prescripción se realiza alguna acción que reconozca la deuda, como un reconocimiento por parte del deudor o una reclamación judicial, el plazo se reinicia. Esto significa que si el acreedor realiza una reclamación formal o el deudor reconoce la deuda, el reloj de la prescripción se detiene y comienza de nuevo.

  • Efectos para el acreedor: Pierde la posibilidad de reclamar judicialmente si no actúa dentro del plazo. Sin embargo, puede solicitar el pago de forma voluntaria.
  • Efectos para el deudor: Obtiene seguridad jurídica de que no se le puede reclamar judicialmente una vez que la deuda ha prescrito, siempre que no reconozca la obligación.

¿Qué pasa si se trata de una deuda sin contrato?

A menudo, las deudas entre particulares no están documentadas formalmente. Esto no significa que no se puedan reclamar, pero sí que complica la prueba de su existencia. En estos casos, es recomendable conservar cualquier tipo de evidencia que pueda respaldar la reclamación, como:

  • Mensajes de texto o correos electrónicos donde se discuta la deuda.
  • Transferencias bancarias que demuestren el préstamo.
  • Testigos que puedan confirmar el acuerdo verbal.

Aun sin un contrato escrito, el plazo de prescripción de cinco años sigue vigente y puede interrumpirse de las mismas maneras que las deudas documentadas.

¿Cómo saber si una deuda ha prescrito?

Para determinar si una deuda ha prescrito, se deben considerar los siguientes aspectos:

  • La fecha en que se hizo exigible la deuda.
  • Si se ha realizado alguna reclamación formal durante los cinco años.
  • Si el deudor ha reconocido la deuda en algún momento.

Si no se ha hecho ninguna acción que interrumpa el plazo y han pasado los cinco años, la deuda se considera prescrita.

¿Cuándo prescribe una deuda como avalista?

La obligación del avalista prescribe al mismo tiempo que la deuda principal. Esto significa que si el deudor principal no paga y la deuda prescribe, el avalista también queda liberado de su obligación. Si, por ejemplo, avalaste un préstamo y la deuda prescribe a los cinco años, tu responsabilidad como avalista también finaliza tras ese plazo.

Es importante tener en cuenta que cualquier acción que se realice contra el deudor principal o el avalista puede interrumpir la prescripción. Por lo tanto, si el acreedor reclama ante el avalista antes de que la deuda principal prescriba, el plazo se reinicia.

Plazos para reclamar deudas entre particulares

Además de los plazos generales de prescripción, existen otros plazos que son importantes a considerar. Los plazos pueden variar según el tipo de deuda, por ejemplo:

  • Las deudas derivadas de cheques o letras de cambio suelen tener un plazo de prescripción de tres años.
  • Las deudas comerciales pueden tener plazos diferentes basados en acuerdos específicos.
  • Los préstamos personales entre particulares, en ausencia de un contrato formal, siguen el plazo general de cinco años.

Conocer estos plazos es fundamental para cualquier persona que preste dinero o tenga deudas pendientes, ya que puede influir en la estrategia a seguir para la reclamación de la deuda.

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En resumen, la gestión de deudas entre particulares puede ser compleja, pero saber cómo funcionan los plazos de prescripción y las acciones que se pueden tomar es clave para proteger tus derechos como acreedor o deudor. Actuar dentro del plazo y ser consciente de las posibilidades legales puede marcar la diferencia en la resolución de cualquier conflicto relacionado con deudas.

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