La cesión de créditos se ha convertido en una herramienta esencial en el ámbito financiero y empresarial. Comprender su funcionamiento es crucial, ya que puede influir significativamente en la liquidez y en la gestión de deudas. A continuación, exploraremos en profundidad qué implica este proceso, sus partes involucradas y las implicaciones legales y prácticas que conlleva.
Claves para entender qué es una cesión de créditos
- La cesión de créditos implica la transferencia del derecho de cobro de un acreedor (cedente) a un tercero (cesionario).
- No es necesario el consentimiento del deudor para llevar a cabo esta cesión, pero es fundamental notificarle para que la transferencia sea efectiva.
- El cesionario asume el crédito con los mismos derechos y garantías que poseía el cedente.
- En situaciones donde el crédito es litigioso, el deudor puede tener la opción de recomprar su deuda bajo ciertas condiciones.
¿Qué es la cesión de créditos?
La cesión de créditos se refiere a un acto jurídico en el cual un acreedor transfiere su derecho de cobro a un nuevo acreedor. Este mecanismo no extingue la obligación de pago, sino que simplemente cambia al titular del derecho de cobro. Por ejemplo, en el ámbito empresarial, una compañía puede optar por ceder sus cuentas por cobrar a un banco o fondo de inversión para obtener liquidez inmediata.
El Código Civil español establece que la cesión puede llevarse a cabo sin necesidad de consentimiento por parte del deudor, a menos que se estipule lo contrario en el contrato original. Esto permite una mayor flexibilidad y rapidez en las transacciones comerciales.
Partes involucradas en la cesión de créditos
En el proceso de cesión de créditos intervienen tres partes fundamentales:
- Cedente: Es el acreedor original que realiza la cesión del crédito.
- Cesionario: Es la persona o entidad que recibe el derecho de cobro, convirtiéndose en el nuevo acreedor.
- Deudor: Es el obligado al pago, quien debe ser informado de la cesión para que su obligación de pago se dirija al nuevo acreedor.
Es importante destacar que la relación contractual entre el cedente y el deudor no cambia, solo se altera el sujeto activo del derecho de cobro, lo que tiene implicaciones legales y financieras relevantes.
Finalidades habituales de la cesión de créditos
La cesión de créditos puede tener diversas finalidades, entre las cuales destacan:
- Obtener liquidez inmediata: Las empresas pueden ceder sus cuentas por cobrar a entidades financieras para transformar estas deudas en efectivo rápidamente.
- Transmisión en operaciones mercantiles: Durante fusiones o adquisiciones, los créditos pueden ser parte de los activos transferidos, permitiendo al cesionario heredar derechos de cobro.
- Delegación en la gestión de cobros: Muchas empresas eligen ceder sus créditos a terceros especializados en la recuperación de deudas, optimizando así sus recursos internos.
- Constitución de garantías: La cesión puede utilizarse como garantía en operaciones de crédito, similar a la prenda de créditos como se detalla en el Código Civil.
¿Qué créditos se pueden ceder?
En términos generales, todos los créditos son transmisibles, aunque existen ciertas excepciones. Los créditos que no pueden ser cedidos incluyen:
- Créditos personalísimos: Aquellos que dependen de la confianza entre el acreedor y el deudor, como pensiones alimenticias o servicios profesionales.
- Créditos legalmente intransferibles: Algunos créditos derivados de prestaciones públicas o ayudas sociales no pueden ser objeto de cesión.
- Créditos sujetos a cláusulas de no cesión: Si el contrato original incluye una cláusula que prohíbe la cesión sin autorización, esta debe ser respetada.
¿Cómo debe formalizarse una cesión de créditos?
Si bien la legislación no exige una forma específica para la cesión de créditos, es recomendable seguir ciertos pasos para garantizar la validez del proceso:
- Contrato privado: Se recomienda redactar un documento escrito que detalle el crédito cedido, la cantidad, el deudor y las condiciones de la cesión.
- Notificación al deudor: Es crucial informar al deudor de la cesión para que este no continúe realizando pagos al acreedor original.
- Escritura pública: Si el crédito está garantizado con hipoteca o algún derecho registral, es necesario formalizar la cesión mediante escritura pública e inscribirla en el registro correspondiente.
Efectos frente al deudor
El deudor no requiere dar su consentimiento para la cesión, pero debe ser informado. Una vez notificado:
- Está obligado a pagar al cesionario, no al cedente anterior.
- Puede oponer excepciones que tenía frente al cedente, como la falta de cumplimiento o nulidades.
- Conserva sus derechos intactos, incluidos acuerdos sobre tasas de interés y penalizaciones.
Si el deudor no fue informado de la cesión, el pago realizado al cedente anterior será considerado válido y liberatorio.
Responsabilidad del cedente
El cedente debe garantizar tanto la existencia como la legitimidad del crédito cedido. Sin embargo, no asume responsabilidad por la solvencia del deudor, a menos que se pacte lo contrario. La responsabilidad del cedente se limita a:
- Responsabilidad explícita pactada en el contrato.
- Créditos litigiosos donde no se haya informado al cesionario sobre su litigiosidad.
Esta limitación de responsabilidad protege al cedente, evitando que se le haga responsable por impagos ajenos.
Cesión de créditos litigiosos
Un crédito litigioso es aquel que está sujeto a un procedimiento judicial. En tales casos, el deudor tiene derecho a ejercer un retracto, permitiéndole recuperar el crédito pagando al cesionario el mismo precio de adquisición, más los costos e intereses. Este derecho puede ejercerse:
- En un plazo de 9 días tras la notificación de la cesión.
- De acuerdo con lo establecido en el Código Civil.
Este mecanismo protege al deudor de compras especulativas de su deuda en situaciones judiciales.
Cesión de créditos en el ámbito bancario y financiero
La cesión de créditos es muy común en el sector bancario. Las entidades financieras frecuentemente venden carteras de créditos impagados a fondos de inversión o empresas de recobro, un proceso conocido como «venta de deuda». Algunos aspectos relevantes son:
- El cesionario tiene legitimación plena para reclamar el pago al deudor.
- El deudor mantiene sus derechos y puede impugnar la deuda, alegar nulidades o cláusulas abusivas, incluso frente al nuevo titular.
- El importe de la deuda no se ve afectado por el precio de la cesión, que a menudo se realiza a un gran descuento.
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